La verdad es que no sé como empezar, son tantos los momentos que recordaré este fin de semana que es difícil saber cual permanecerá en mi disco duro.
El Tri de Bilbao fue el que me vio nacer como triatleta hace un año, no se me dio nada mal y supuso un punto de inflexión en mi vida como deportista. Este año mi objetivo en esta primera parte de la temporada era intentar mejorar ese 7º puesto de 2011.
Un invierno duro en cuanto al entrenamiento, que no en lo meteorológico, tuvo como culminación un 4º puesto en el Cto. de España, un gran resultado que confirmaba que las cosas iban por el buen camino. Otras pruebas del calendario me sirvieron para llegar a tope a esta gran cita.
El día D se presentó feo y desapacible, pero las ganas de hacerlo bien compensaban la balanza. La compañía de Marcel Zamora durante todo el fin de semana me ayudó mucho. Todo lo que me contaba, para él experiencias cotidianas, a mí me servían como estímulo en este mi 5º triatlón.
En la natación había que darlo todo desde el principio. Salí por el margen izquierdo de la ría, el agua estaba muy fría y recibí unos cuantos manotazos pero conseguí coger pies rápidamente y me encontré cómodo hasta el giro (aprox. 800m). A partir de ahí decidí apretar a fondo, adelanté a algún grupito y conseguí salir del agua mejor de lo previsto.
La transición la hice rápida con el objetivo de recortar tiempo con los favoritos.
Los primeros kilómetros de bici fueron rapidísimos y logré adelantar a unos cuantos triatletas. Desafortunadamente perdí el bidón de geles pero esto no consiguió descentrarme. En la llegada a la primera subida al Vivero encontré un grupo de 10-12 triatletas al borde del drafting, por lo que decidí seguir a tope para no verme involucrado en alguna maniobra no permitida. Coroné con fuerza este puerto y rápidamente metí plato grande para hacer el llano con fuerza. Hasta este momento las sensaciones eran inmejorables y estaba seguro que era mi día. Iba muy concentrado en la postura (gracias Yago, ciclismoyrendimento.com) y apenas me solté del acople en las curvas, con el riesgo que ello conllevaba ya que el suelo estaba muy mojado. Al inicio de la segunda vuelta cogí a Richard Calle, un referente en este tipo de pruebas, y en ese momento me di cuenta que sólo quedaban por delante los tres capos de este triatlón (Marcel, Fraser y Elguezabal).
La motivación se duplicó y decidí continuar a tope a ver hasta donde llegaba. Marcel me había dicho que él corre los medio Ironman “a fondo”, así que yo también tenía que intentarlo, o explotaba o lo hacía muy bien.
Finalicé la bici en 4º posición pero muy cerquita de los puestos 2º y 3º. Richard y yo comenzamos a correr juntos, ritmo controlado, en el km 2 me paré a ponerme bien los calcetines que me iban molestando. A partir de ese momento noté que iba muy bien. Le cogí rápidamente y a partir de ahí ya no iba a parar. Veía a Marcel cada vez más cerca, conseguí recortarle la distancia y en el km 11 ya me encontraba a su altura. Le animé a que se pusiese detrás para ir juntos a por el escocés, pero no era su día.
Así que con más fuerza fui a por Fraser, cada vez le veía más cerca y le alcancé en el km 18. Aún me quedaban fuerzas y cambié de ritmo para llegar a meta con tranquilidad y disfrutar del éxito conseguido. A 300m de meta en una curva cerrada me fui al suelo y pensé lo peor, pero me levanté, vi que no pasaba nada y me fui hacia la meta pensando en el resultado tan importante que estaba a punto de conseguir. A 50 m de la llegada vi a mi familia y mis amigos, el último empujón que necesitaba para conseguirlo.
Finalmente foto de pódium con dos grandes del tri y un recuerdo para EL EQUIPO KEBI. LLevo 14 años en este club compartiendo muchísimas vivencias, casi todas buenas y agradables y todo ello gracias a un motor que nos anima y nos hace ver la vida desde otro punto de vista, siempre pensando en positivo. Gracias José por TODO!!!
Y desde estas líneas también quiero animar a Marcel, aunque no tuvo un buen día, un campeón de su talla seguro que recupera rápido y consigue su sexto IM de Niza. ¡A por todas Marcel!
By Fernando Gómez Cubero
